El salmón es uno de los pescados más populares y apreciados en todo el mundo debido a su sabor y textura únicos. Sin embargo, lo que mucha gente no sabe es que el color naranjo-rojizo de la carne del salmón no es solo una cuestión de apariencia, sino que está estrechamente relacionado con la supervivencia de la especie.

Los salmones silvestres tienen una dieta rica en astaxantina, un pigmento natural que se encuentra en crustáceos, peces y otros organismos acuáticos.

La astaxantina es un antioxidante potente que proporciona numerosos beneficios para la salud, incluyendo la protección contra el estrés ambiental, enfermedades y otros problemas de salud.

Para los salmones, sin embargo, la astaxantina es mucho más que un simple antioxidante. Es el combustible esencial que les permite sobrevivir y prepararse para su odisea final: la reproducción y la muerte.

Durante toda su vida adulta, los salmones se alimentan y acumulan astaxantina en sus tejidos, en preparación para su migración aguas arriba hacia los ríos donde nacieron.

Este viaje es extremadamente difícil y requiere una enorme cantidad de energía y resistencia física.

Para muchos salmones, significa nadar más de 1400 kilómetros y subir más de 2000 metros de altitud, luchando contra la corriente del río y enfrentando una serie de desafíos ambientales.
Durante este viaje, los salmones dejan de alimentarse, por lo que la astaxantina se convierte en su principal fuente de energía y protección.

La astaxantina les ayuda a mantener su resistencia física y a protegerse de los efectos del estrés ambiental, la exposición a enfermedades y otros riesgos potenciales para su salud.

En las hembras, el color naranjo-rojizo de la carne migra hacia sus gónadas, mientras que en los machos se concentra en su piel.

Este cambio de color es una señal de que el salmón está listo para reproducirse, y también indica que ha acumulado suficiente astaxantina para sobrevivir a la larga y difícil migración hacia sus zonas de desove.

En resumen, el color naranjo-rojizo de la carne del salmón no solo es una cuestión de apariencia, sino que está estrechamente relacionado con la supervivencia y reproducción de la especie.

La astaxantina es esencial para proporcionar la energía y protección que los salmones necesitan para completar su odisea final, y su acumulación en los tejidos del salmón es un testimonio de la increíble capacidad de adaptación de esta especie única.